Lluvias fuertes y prevención de riesgos laborales

¿Nos encontramos ya en este punto del año? Es correcto. Llega otoño y con él, las lluvias. Y con las lluvias una prevención de riesgos laborales específica.

Para los que trabajan en exterior, ésta puede ser una época del año complicada y también peligrosa. Hace unos meses hablamos de la importancia de resguardarse de las olas de calor y el agua no es menos importante, en general, cualquier situación que no cumpla las condiciones óptimas de temperatura y seguridad.

Como bien se ha establecido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, específicamente el artículo 21 de la misma, exponen las diferentes obligaciones que tiene la empresa responsable en caso de riesgo grave en inminente para los trabajadores, entre otras: << b) Adoptar las medidas y dar las instrucciones necesarias para que, en caso de peligro grave, inminente e inevitable, los trabajadores puedan interrumpir su actividad y, si fuera necesario, abandonar de inmediato el lugar de trabajo. (…) >>

Desde el punto de vista empresarial, es de una inteligente responsabilidad no pasar por alto condiciones meteorológicas adversas, ya que son origen de enfermedades comunes (como catarros y gripes) que, dan lugar a numerosas incapacidades temporales, incrementando el nivel de absentismo. Evidentemente, es una situación que no beneficia a la empresa.

Estamos de suerte, empresarios, porque hoy traemos algunos consejos realmente útiles para prevenir cualquier tipo de riesgo ante un inesperado (o no) temporal de viento y lluvias.

• Si afecta a la visibilidad, se interrumpe. Teniendo en cuenta que lo primordial es la salud de los trabajadores, cualquier ocasión que dificulte la visibilidad del entorno, señales de los trabajadores o su propia visión, es motivo suficiente para suspender la actividad. La prevención antes del desastre como el uso de EPI’s especiales, iluminación o señalética más llamativa siempre reducirá las probabilidades de tener un problema.
• No hay que subestimar la fuerza del agua y cuando el trabajo se realiza en un entorno donde puede desprenderse el terreno, evitar el uso de maquinaria (sobre todo pesada) es una decisión sabia. Así como tener en cuenta si el área de trabajo se convierte en un riesgo para los propios empleados por posibles deslizamientos. En definitiva, asegurar tanto equipos de trabajo como personal.
• Evitemos las alturas. Es común que fuertes rachas de viento acompañen a las lluvias y estar a más de 3 metros de altura cuando el viento sopla a más de 40km/h no es buena idea. Por tanto, andamios, escaleras o cualquier tipo de trabajo en cubiertas queda descartado ante malas condiciones climatológicas.

Estar informado y saber cómo actuar

Además, se recomienda estar bien informado sobre la previsión del tiempo, zonas en las que afecta de manera más drástica, horarios y diferentes eventos meteorológicos, además de los evidentes.

Tener siempre presente cuál es la manera correcta de actuar nos ahorrará tiempo, lo que en una situación extrema, puede ser crucial; así como saber quién liderará los procedimientos llegado el momento. De la misma forma, que cada empleado conozca qué debe hacer ante tales circunstancias. ¿Dónde refugiarse si hay una descarga eléctrica? ¿Qué primeros auxilios puedo aplicar si le pasa a mi compañero? ¿Qué evitar en este tipo de situaciones?

Estas son solo algunas de las preguntas que es importante tener claras si tus empleados trabajan al aire libre y desde Safely además recomendamos que los cursos de primeros auxilios y de prevención de riesgos laborales sean recurrentes, se actualicen, se refresquen y nunca se den por sentado.

La seguridad no se puede aplazar.